Día de muertos, una celebración prehispánica en Centro SEP
Por: Yacatzin Almazán Correa
¡Ya viene!. Se escucharon voces al unísono. El nerviosismo se respiraba en el ambiente. La catrina se acomodó su ropaje y con su encanto singular posó para los medios; enseguida, la joven con vestidura cadavérica se levantó de la silla de vinipiel, pese a sus tacones de veinte centímetros de altura, para recibir a los directivos y jurado calificador.
En punto de las 12:40 horas, en medio de un mar de personas, caminó Leticia Ramírez Amaya, Secretaria de Educación Pública, rumbo al altar y ofrenda de la DGETAyCM. Ahí la esperaba el Titular de la DGETAyCM, Guillermo Antonio Solís Sánchez, junto con María Magdalena Oliva Sandoval, Coordinadora Sectorial de Desarrollo Académico e Infraestructura, y todo un grupo de fotógrafos oficiales, aunado a los servidores públicos que esperaban con ansia la toma fotográfica para subirla a sus redes.
Con micrófono en mano, el orador de forma elocuente y estilo elevado pronunció: “Muy buenos días a todos. Damos la más cordial Bienvenida a las autoridades educativas que hoy nos visitan, así como a los integrantes del Honorable Jurado Calificador del concurso de ‘Ofrenda de Muertos’.
Les presentamos la ofrenda de la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar, que en esta ocasión está dedicada a la memoria del connotado socialista, activista, escritor y filósofo mexicano Ricardo Flores Magón.
Y se trata justamente de preservar, difundir y transmitir a las nuevas generaciones esta milenaria tradición, que es el resultado de la mezcla de la cultura prehispánica con la religión católica y que, en la variedad de su presentación, se habla de un México pluricultural y pluriétnico”.
La ofrenda formada por un arco entrelazando flores de cempasúchil natural y de papel, seguía recibiendo visitantes, servidores públicos de otras instancias educativas, quienes al acercarse se percataron de los tradicionales elementos: papel picado de color morado, rosa y naranja; el pan de muerto, la sal como elemento de purificación, un tapete de aserrín formando las siglas DGETAyCM. En el centro del altar se encontraba en dimensión gigantesca, una calavera ataviada con un sombrero de plumas conocida como La Catrina, del caricaturista mexicano José Guadalupe Posada. Mas abajo, el rostro de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana. A los costados, 2 figuras de cartón esqueléticas. En el piso, sobre un campo de pétalos de cempoalxóchitl, las tumbas simbolizando la muerte de los centros educativos del subsistema. Junto a estas, en forma circular representaron una flor rodeada de veladoras.
Al finalizar, de inmediato el orador se acercó a un trabajador y dos trabajadoras para tomarse la foto con la titular de la SEP. Una de ellas, de apariencia agradable profirió: “que sea la última foto maestra, tómese una conmigo”, la maestra Leticia con actitud sencilla y dispuesta le dijo: “pero quítate tu cubre boca para que salgas bien”. Al terminar la toma, el cuerpo de personas de la educación, dirigieron sus pasos al siguiente altar para continuar con la tradición prehispánica.